Comentario
En los siglos modernos el concepto de familia como conjunto de individuos ligados por lazos de parentesco convivía con otro, bastante común, que entendía por familia a los corresidentes bajo un mismo techo y bajo un mismo cabeza. En los países occidentales, pese a que este concepto incluía al servicio doméstico y agregados de muy diverso tipo, la familia de tamaño reducido constituía un rasgo característico. El tamaño medio familiar se situaba, por lo general, entre cuatro y seis personas. En Inglaterra, según los estudios de Peter Laslett, la media era de 4,73 en el período 1574-1821. En Francia, en España y en otros países regía el mismo modelo.
Estas medias, sin embargo, encubren realidades diversas. Las familias nobles y acomodadas presentaban un tamaño generalmente superior al promedio. Las familias pobres, contrariamente, eran más reducidas, debido a razones demográficas y socioeconómicas. Las mujeres pobres casaban a una edad más tardía que las ricas, lo que incidía negativamente en su período de fertilidad. Su fecundidad era también más baja, debido a la prolongación del período de amamantamiento de los hijos recién nacidos, mientras las mujeres acomodadas se permitían contratar nodrizas. Este fenómeno, en ausencia de métodos más eficaces de contracepción, determinaba intervalos intergenésicos a menudo superiores a los dos años. Finalmente, la miseria aumentaba la mortalidad infantil.
En cuanto a la estructura familiar, los estudios sobre el campesinado inglés demuestran el predominio de la familia conyugal. Las familias extensas y polinucleares eran mucho menos frecuentes. La familia nuclear parece constituir el modelo más difundido en Europa occidental, aunque de nuevo es necesario contar con la diversidad social. En los sectores más pobres aparecía con menor frecuencia la familia compleja. También hay que contar con la diversidad regional. En Francia, por ejemplo, las condiciones demográficas eran favorables a la familia nuclear, pero en Limousin, Périgord, Provenza y otras regiones centrales y meridionales, "la proporción de familias con estructuras complejas era demasiado importante como para poner en duda la normalidad de la familia conyugal" (J.-L. Flandrin). Por otra parte, en los Alpes austriacos, en Hungría central y en los Abbruzzos se detecta una elevada proporción de grupos domésticos de gran tamaño, lo que hace pensar a algunos autores que la familia nuclear apenas traspasó la frontera del Oder (F. Lebrun-A. Burguière).